Estar Siendo

Resignificar el fracaso

El «fracaso» no significa que soy un fracasado, significa que todavía no he triunfado…

El «fracaso» no significa que he sido un tonto, significa que tuve suficiente fe para experimentar.

El «fracaso» no significa que he sido desgraciado, significa que me atreví a probar.

El «fracaso» no significa que no lo tengo, significa que lo tengo de una manera diferente. El fracaso no significa que soy inferior, significa que no soy perfecto. El fracaso no significa que he desperdiciado mi tiempo, significa que tengo una excusa para comenzar otra vez.

El «fracaso» no significa que debo darme por vencido, significa que debo tratar con más ahínco.

El «fracaso» no significa que nunca lo haré, significa que necesito más paciencia.

¿Qué te viene a la mente cuando dices la palabra fracaso? ¿Fallar, error?  ó “Todo mal” ?.  Tajante, hiriente y paralizante. Sin opciones ni posibilidades.

Pensemos…

Un bebé que está gateando e intenta pararse, fracasa y varias veces, pero él no lo sabe. No tiene ese significado las caídas tras cada intento.

Un maratonista con un buen tiempo en una carrera, no pudo sostener ese tiempo al principio. Corrió y entrenó su cuerpo y mente muchas veces antes de llegar a ese resultado.

¿Qué es lo que distingue un fracaso de un éxito?

Si podemos «resetear» a nuestra mente con las ideas negativas que llegan a nuestra cabeza cada vez que no nos salen las cosas como quisiéramos y comprendieramos que las caídas son parte del proceso. Que lograr resultados son horas de prácticas y que eso implica conquistar el hábito de la perseverancia. Tal vez, nuestras experiencias sean distintas.

Muchos de estos conceptos están muy arraigados con prejuicios del entorno, la educación, que tachaba con bolígrafo rojo tus caídas. Con una cultura competitiva y no competente; individual y no colaborativa.

Leiste la famosa anécdota de Edison que circula por las redes cuando se le consultaba por los más de mil fallos en su intento de crear la bombilla de luz y su inteligente respuesta de que él no había fracasado sino descubierto mil formas de cómo no hacer la bombilla eléctrica.

Reflexión: El «fracaso» no significa que seamos fracasados.  Significa que no hemos llegado aún a lograr eso que queríamos.  Pero si reflexionamos sobre lo que hemos conseguido, seguramente veremos que nos hemos acercado.     Y si desde ahora, en vez de decirnos que hemos fracasado, simplemente dijéramos que hemos dado un paso más hacia el éxito?

Cuánto más generadoras serán las emociones que nos genera ese pensamiento para volver a intentarlo?    NO FRACASASTE,  TE ACERCASTE!

Resignifica esa palabra, tu mochila se hará más liviana de ese modo.

En el proceso del coaching se trabaja el observador que somos. Más allá de los hechos, el mundo interpretativo en nuestra cabeza, podemos asistirte a conseguir eso.

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