QUIEN TE ENFADA, TE DOMINA
Muchos adjudican esta frase a Siddharta Gautama (Buda), aunque no está comprobado a ciencia cierta la autoría.
Esto es para ti que hoy, ayer o en algún momento de tu vida experimentaste alguna molestia por algo que sucedió o que alguna persona te dijo o hizo. Independientemente de lo que haya sido, el punto es que en esos momentos le confieres demasiado poder a esa persona o a esa situación ¿por qué? pues porque logra desequilibrar tus emociones y sacar lo peor de ti.
Es imposible controlar lo que otros dicen, hacen e incluso cómo se desarrollan ciertas situaciones. Lo que sí podemos dominar es nuestra actitud y reacción hacia ello. Por supuesto que suena muy fácil si lo lees, pero la verdad es que lleva mucho trabajo identificar, en el momento de tu enojo, por qué respondes de esa forma y qué puedes hacer para calmarte. Sin embargo, es completamente posible a través de la práctica.
Empieza por dejar de culpar a los demás por tu molestia, después de todo, ¿qué culpa tienen ellos de que hayas decidido reaccionar así? ¿por qué algo que sale de ti y de tu mente es culpa de los demás? Piénsalo. Cuan distinto sería si aquella vez que tu mamá te reprochó algo hubieses actuado con calma, tal vez te habrías ahorrado mucho tiempo de discusión, tal vez hubieras evitado que dejasen de hablarse unas horas.
Mi punto es que una vez estas consciente de que puedes controlar esta emoción es mucho más fácil lidiar con situaciones complejas y al final del día logras vivir una vida mucho más tranquila y libre de angustias.
Así que cada vez que te sientas irritado, molesto o lleno de ira recuerda esta frase y concéntrate para que tu mente decida no dejarse llevar por lo que sucede. Tu actitud es la línea entre tener un mal día o un buen día.
